Un sueño cumplido. Codearse con las primeras figuras del boxeo y acompañar el sueño del único campeón del mundo que tiene el boxeo argentino. Con ese propósito, Alejandro Tenorio, entrenador de la Escuela AOMA-AMUTMIN de Puerto San Julián, cruzó el mundo para llegar a Riyad y alentar a Fernando “Pumita” Martínez. “El viaje fue una invitación que me hizo un amigo y lo planificamos hace un mes”, anticipó el patagónico que compartió la totalidad de las actividad promocionales de la velada denominada “The Ring IV”.
Pata “Jano” Tenorio, la pelea de Martínez terminará con final feliz. “Para mí va a ser una pelea dura, cerrada. Todos sabemos que el “Bam” está arriba en las apuestas en una proporción de 8-1, pero tenemos toda la fe en que Fernando con su boxeo saque la pelea adelante. Si Dios quiere y nos acompaña, va a ganar por puntos. Y si es por nocaut, mejor”, anticipa.
Cruzar el mundo para ver un megafestival. De eso se trata la pasión. Tenorio contó cómo fue el largo viaje que emprendió junto a un grupo de seis personas para acompañar al equipo argentino en la gran velada en Arabia Saudita, un punto de encuentro para campeones del mundo y figuras históricas de éste deporte. “Nosotros salimos de Comodoro a Puerto San Julián el día domingo porque teníamos vuelo pero no pudimos volar por los vientos fuertes”, relató.


El itinerario continuó el martes por la noche con un vuelo internacional con dos escalas: San Pablo y Estambul. Ya instalado en la sede de la pelea, el entrenador santacruceño destacó la magnitud del evento y la convivencia con referentes del boxeo mundial: “Por suerte estamos todos acá en el mismo hotel. Están casi todos los campeones del mundo por acá. Hoy se realizó el pesaje verdadero acá en el hotel, a puertas cerradas. Y a la tarde se hizo el pesaje para la prensa en un predio que es como un parque, el Central Park, un lugar que es una locura y que tiene de todo”.
“Acá compartiendo con todos, siempre almorzando con Gustavo Calabrese, con el equipo del Puma y con el Chino Maidana que llegó hace poquito. Vinimos un grupito de seis personas y estamos todos juntos, andamos para todos lados. Esta es una experiencia única y hermosa. La verdad que éste viaje es una bendición de Dios”.






