El “breack” se grita con ganas. A Lorena Elizabeth Palacio le atrae ser la tercera persona en el ring; aplicar el reglamento y hacer que una pelea se realice de forma segura, ágil y dinámica para que se garantice la seguridad de los protagonistas y el espectáculo para el público. Implica un sinnúmero de responsabilidades, estudio, capacitación y hasta una “curiosidad” obvia para conocer las técnicas y secretos del noble arte. ”Siempre estuve ligada al boxeo porque tuve el honor de hacer un par de peleas amateurs, fui una apasionada de éste deporte. Hace tres años comencé a dar clases como preparadora física en el Team Alvarado y siempre pensé en cosas para superarme. Decidí estudiar para ser juez y árbitro, viajé personalmente a la FAB para inscribirme”.
La primera oficial de ring comodorense entiende que el estudio y los libros resultan la única manera de trascender y abocarse al deporte casi con exclusividad. “El reglamento es la base de todo. El boxeo se rige con reglas y es lo que nos da conocimiento. Leerlo, aprenderlo y poderlo interpretar”.

“El que es apasionado por esto, tratará siempre de insertarse. La realidad es que un ambiente de hombres. Cuando se tiene un sueño, hay que poner garra y fuerza para afrontar las adversidades. Personalmente siempre me fijé en la meta sin importar el machismo que pudiera haber en el medio. Siempre lo tuve claro y fui por eso”.
El ring tiene sus secretos. Detalles finos que pueden terminar haciendo la diferencia; “mañas” que pueden llevar al error y recursos que suelen deslizarse al filo mismo de la legalidad. Y por eso, Palacio considera que la seguridad y la voz firme, determinan un criterio de autoridad que se aprende en la práctica. “El rol más importante del árbitro es velar por la seguridad de los boxeadores. Somos jueces arriba del ring, juzgamos golpes y acciones pero resguardar y velar por la integridad de los deportistas es lo más importante”.

Con su corta experiencia y aún cursando en la Escuela de la Federación Argentina de Boxeo, adelantó varios pasos en cuanto a su formación. Pese a viajar como acompañante femenina del equipo de Chubut, terminó arbitrando en el Nacional Femenino de San Luis y ya con la camisa blanca y el moño, formalizó su convocatoria para trabajar en el Nacional Masculino de Mayores en Puerto San Julián. “Espero estar éste año, siendo árbitro en la Federación Argentina de Box. A eso aspiro como también más adelante, a tener la posibilidad de trabajar en una pelea por un título. Primero quiero pasar por el amateurismo; hacer el mejor trabajo posible”.


No obstante, la flamante jueza y árbitro nacional de boxeo amateur no ha logrado insertarse por diversos factores en los festivales que se realizan en Comodoro Rivadavia. “No es una materia pendiente para mí, arbitrar en la ciudad. Gracias a Dios pude llegar a otros lugares, conocer varias ciudades y desempeñarme en dos Nacionales, algo que me abrió más la mente. Creo tener potencial para llegar y soñar más grande. Cuando se dé, se dará. Y sino seguiremos con la misma línea en cuanto a disciplina para seguir trabajando en equipo con las autoridades de la FAB”, explicó.