El boxeo desde otro lugar. La pausa exacta y la mirada mucho más profunda para rescatar lo positivo. El “Impacto” Alberto Melián disfruta el proceso de ser un espectador privilegiado; un guerrero de mil batallas capaz de detenerse ante el análisis de otra lupa. “Éste es mi primer campeonato nacional fuera del ring y me gustó mucho ser parte de esto, viviendo la experiencia con todas las autoridades de la FAB”. Melián compartió una semana de boxeo en Puerto Deseado; disfrutó de los paisajes patagónicos y vivió la totalidad de los combates. “Uno trata de aprender, de seguir aprendiendo acá en el boxeo; más de lo que uno sabe o de la experiencia que uno puede llegar a tener”. Melián remarcó la pasión del público local y el fervor que representa un festival de boxeo con la carga de adrenalina y emoción que rodean al escenario.
“Participar es aprender al margen del resultado. Si se pretende ser profesional a futuro, un campeonato argentino es una escala obligada porque acá están los mejores púgiles del país. No siempre ganamos todos porque alguna vez uno tiene que perder. Esto es experiencia. Muchas veces les digo a los chicos que a veces uno se asienta en el amateurismo y otros, lo hacen ya en el profesionalismo. Que uno sea un buen amateur no significa necesariamente que será un gran profesional”.

Y describió su relación con la Asociación Mundial de Boxeo como de difusión y promoción del boxeo desde una mirada más amplia. “Yo organizo eventos en barrios de emergencia y barrios vulnerables, villas, más conocidos como villas. Desde la AMB impulsamos ésto con Lautaro Moreno y Gilberto Mendoza. Me hicieron parte y encaré toda la parte amateur acá en Argentina, desarrollando el Future Champion, que es un evento internacional. Ya lo hice en Coronel Pringles y ahora tengo dos fechas en Córdoba. Ya hay varias provincias que tienen muchas ganas de formar parte de éste evento”.Procesando su propio adiós, aún sin cumplir un año de su despedida profesional, Melián explicó: “En los últimos cinco años venía peleando una vez o dos veces por año, era muy poca competencia. Por eso inicié un local de indumentaria y de elementos de boxeo que está a la vuelta de la federación, que se llama Impacto Sport. Y después seguí con los eventos boxísticos en barrios, clubes haciendo boxeo amateur y profesional. Y además tengo un gimnasio, estoy ocupado y sigo trabajando en lo que me gusta que es el boxeo. Los mejores momentos los viví gracias a éste deporte. Conocí veintitrés países, representé dos juegos a la bandera argentina en dos Juegos Olímpicos y obtuve campeonatos como boxeador profesional. El boxeo me dio todo y hoy sigo involucrado tratando de acompañar a deportistas, mostrándoles este camino que te saca de malas cosas, te da salud y seguridad. Siempre se extraña el boxeo, pero seguimos estando”.
“Yo siento –dijo negando cuentas pendientes- que a todo lo que le apunté llegué. Si me quedó algo por hacer, lo puedo hacer realidad desde abajo del ring. A veces la gente cuando no consigue las cosas arriba piensa que se terminó todo y no es así. Hay otro camino: trabajar abajo y seguir cumpliendo objetivos”, finalizó.