Desde hace quince días, Nazarena “Capricho” Romero entrena en Chubut junto a un equipo de boxeadores de alto rendimiento a las órdenes del preparador físico Ruperto “Peto” Ruíz. La ex campeona mundial supergallo de la AMB llegó a la provincia con un objetivo claro: potenciar su preparación física de cara a una revancha internacional y lo hace con la misma determinación con la que ha construído toda su carrera.
“Estamos generando una base física sólida, con mucha resistencia, para después, cuando volvamos a pelear, trabajar la parte más explosiva, más rápida. El objetivo es volver con más herramientas”, explica “Capricho” quien resalta la tarea que realiza el PF chubutense quien recientemente acompañó al cubano William Scull en su combate con el mexicano Saúl “Canelo” Alvarez en Riyhad.

“Hace cuatro años que trabajamos con él porque Peto nos forma, no solo nos entrena. Él estudia todo el tiempo, nos exige, y a nosotros nos gusta eso. Él quiere ganar y nosotros también. No importa si hace frío, si llueve, si tenemos que hacer 130 kilómetros para entrenar. Nosotros lo hacemos porque tenemos claro el norte”, afirma.

Quien fuera campeona argentina y mundial interina, no esquiva hablar de las dificultades económicas que enfrentan los boxeadores en el país. “A mí me encantaría pelear en Argentina, pero me pagan dos pesos. Toda la plata que yo invierto para venir acá, en la preparación, no me alcanza. Por eso elijo pelear afuera, porque acá no se valora como corresponde”, lamenta.
Más allá de los vaivenes del boxeo profesional, Nazarena tiene una motivación que va más allá del ring. “Yo soy la cabeza de mi familia. Tengo que darle de comer a mi hija, mantener la casa y eso es lo que me motiva. Mi cuerpo es una empresa. Si lo muevo, genero y si no me muevo, no genero. A través del entrenamiento consigo sponsors, genero ingresos y me mantengo hasta que sale una pelea”, explica con crudeza.

El horizonte inmediato de “Capricho” Romero está claro: una revancha ante la mexicana Mayellin Flores que se definiría entre septiembre y octubre. “Ya tengo contrato, peleo dos veces al año. Ya hice una, me falta otra”, anticipa después de haber debutado sin suerte en los Estados Unidos.
“Hace quince días que estamos acá. Vine con Agustín Vergara, Josué Agüero y Luciano Amaya”, dijo la boxeadora catamarqueña radicada en Córdoba. “Este campus nos da la posibilidad de enfocarnos, de trabajar con un equipo serio, de exigirnos al máximo. No estamos de paseo, vinimos a laburar y a corregir lo que nos falta”, remarca Nazarena quien busca crecer desde la lógica del esfuerzo, cruzando el país en auto; bancando el frío patagónico; invirtiendo en el cuerpo y la mente para superar sus propios límites.