La mejor definición que se le puede dar a Makarena Solange Arcos Yáñez es la de “mamá boxeadora”. Es que a la natural de Coyhaique, Chile le sienten a la perfección ambos rótulos. “Mi tiempo se reparte entre llevar a mis hijos a la escuela, dar clases de boxeo recreativo cuando me toca; entrenarme y atender mi casa, ordenando y cocinando”, confiesa desde la multiplicidad de tareas que debe asumir al margen de ser dentro de pocas, boxeadora profesional.
Nacida el 21 de marzo de 1.997, comenzó a entrenar a los 17 años mediante la invitación de un compañero de curso que cambiaría su vida por completo. “Me gustó tanto el boxeo que después de eso, ya nadie me pudo sacar del gimnasio. Hice como veinte peleas pero por l maternidad, mi carrera fue bien discontínua. A los 20 tuve a mi hija y tuve que parar un tiempo largo para abocarme a ella. Tres años después tuve mi segundo hijo y enseguida, se vino la pandemia en esa misma instancia”.Reconoce la necesidad de buscar afuera, las oportunidades que no siempre se presentan en su tierra. “Lo máximo que llegué a pelear en un año en Coyhaique fueron tres o cuatro veces. Cuando mis hijos fueron más grandes, el más pequeño tiene cuatro años; retomé más de lleno mi carrera deportiva. Tenemos con Camilo (Silva Lemus, su pareja y boxeador profesional) nuestro propio gimnasio y eso me facilita entrenar, es como un punto a favor porque ya no tengo que andar dependiendo del tiempo de alguien más y entreno en el horario que tengo disponible que normalmente es cuando mi hijos están en el colegio”.
Makarena, una referente del boxeo en el sur del vecino país, asume que el nuevo desafío la encuentra en el momento correcto. Plantada donde quiere estar. “Yo creo que es el gran comienzo de mi carrera. Esto recién comienza porque el boxeo amateur fue solo para ir tomando experiencia y abriendo el camino para seguir creciendo. Me costó lograr y muchas veces desistí por mis responsabilidades y por ser mamá. Ahora ya empieza a verse el sacrificio, me ha costado ganarme mi lugar sobre todo acá en Coyhaique en un torno que es completamente de hombres”. Arcos Yáñez estrenará licencia éste viernes en el gimnasio Municipal Nro. Uno de Comodoro Rivadavia enfrentando a cuatro vueltas a la neuquina Rocío Bellido. “Quiero pelear, ir paso a paso. , competir. Primero quiero ir por un título nacional y llegar a lo más alto que se pueda. Mi motivación soy yo misma. Día a día lucho contra todo lo que me dicen que no puedo. Y aún así, lo estoy haciendo”, dijo Makarena, quien tiene 28 años y reconoce cumplir con un sueño deportivo más tarde que de costumbre por las razones expuestas.

«El boxeo femenino en Chile está creciendo. La mía recién es la licencia número once aunque muchas han optado por debutar como profesionales últimamente. Se está tratando de impulsar y salir adelante. Las mujeres podemos dar muy buen resultado a lo igual que los hombres porque somos valientes y muy disciplinadas. Somos de esfuerzo para hacer crecer el boxeo en Chile».

«No lo tomo -destacó- solamente como otro vendaje o pelear sin cabezal. Para mí es un cambio integral, que incluye el cuidado de la imágen y hasta mi alimentación. Tengo que comportarme como una profesional en todos los ámbitos y estar preparada en todo momento».
Finalmente Arcos agradece a Juan Rivero de la marca Olymphus, quien la acompañado a lo largo de su carrera. «Es lindo que te apoyen desde antes» y el respaldo que representa su pareja. «Camilo ve mi posición y sabe que en éstos once años de carrera amateur, no siempre estuve al cien por ciento. El amor que tenemos por el deporte ha hecho que supere todos los obstáculos»
