En el gimnasio Municipal, el comodorense Oscar Ezequiel Mansilla (68,400 y 4-4-1 con 2) resolvió con un golpe simplificador su combate ante el roquense César Claudio Vergara (68 y 6-9-1, con 4): conectó el gancho al hígado y la pelea se detuvo cuando comenzaba a tomar temperatura.
Mansilla trabajó la oportunidad y no falló a la hora de definir. Cerrado en defensa, dejó hacer en los primeros tres minutos con un Vergara que rompió el hielo y tiró en distancia.
La pelea cobró intensidad y mostró al local decididamente plantado en la contra. Otra vez, Mansilla levantó el ritmo, conectó con precisión y trabajó con inteligencia cada ataque rival para estirar la diferencia.
Lo que ocurrió a los 2m15 del tercer round no fue casual, sino una circunstancia provocada por el pizarrón boxístico que el comodorense ejerce a la perfección.

El gancho zurdo llegó a la hora señalada, cuando Mansilla encontró el ángulo correcto y Vergara regaló el flanco. La cuenta del árbitro Angel Zabala llegó hasta el final con el rionegrino sin recuperación y el local, volviendo a ganar, afianzado y con la confianza por las nubes.
El comodorense se hace figura con resultados, dos triunfos consecutivos y un estilo que gusta y propone. La táctica bien aplicada es el mejor argumento de pelea que tiene el representante del Velódromo para seguir seduciendo y cerrar un año que marca continuidad y progresos a la vista.